Cómo se diagnostica un tumor en tu mascota

¿Cómo se diagnostica un tumor en tu mascota?

Recibir la noticia de que una mascota puede tener un tumor es una situación que genera miedo, incertidumbre y muchas dudas. No es fácil asimilarlo, pero conocer cómo se realiza el diagnóstico y qué opciones existen puede ayudar a tomar decisiones con más seguridad y tranquilidad. En la Clínica veterinaria Capua, referente en oncología veterinaria en Gijón, cuentan con los medios y la experiencia necesarios para acompañar a las familias en todo el proceso, desde la detección hasta el tratamiento más adecuado. Cada caso se estudia con rigor, aplicando un enfoque individualizado y humano, pensando siempre en la calidad de vida del animal.

Primeras señales que pueden alertar de un tumor

En muchas ocasiones, los primeros síntomas pasan desapercibidos o se confunden con otras dolencias. Por eso es fundamental prestar atención a cualquier cambio inusual. Los signos más comunes que pueden estar relacionados con un proceso tumoral son la aparición de bultos o masas bajo la piel, pérdida de apetito, adelgazamiento sin causa aparente, cansancio excesivo, dificultad para respirar, sangrados anómalos o alteraciones en la forma de caminar.

Estos síntomas no implican necesariamente la presencia de cáncer, pero son señales que justifican una revisión veterinaria. Cuanto antes se detecte el problema, más opciones habrá de aplicar un tratamiento eficaz. Una revisión general puede bastar para descartar patologías graves o, si es necesario, iniciar las pruebas específicas que permitirán llegar a un diagnóstico certero.

Cómo se realiza el diagnóstico de cáncer en animales

El diagnóstico en oncología veterinaria es un proceso que combina exploración clínica, pruebas de imagen y análisis de laboratorio. Todo comienza con un examen físico completo en el que el veterinario valora el estado general del animal y localiza posibles masas anormales. Si se detecta un bulto, lo más habitual es extraer una muestra mediante una punción con aguja fina para analizar las células.

Este procedimiento, llamado citología, permite conocer de forma rápida si existe sospecha de malignidad. En casos donde no se puede determinar el tipo de tumor con esta técnica, se recurre a la biopsia, en la que se obtiene una porción mayor de tejido que se analiza en profundidad mediante estudio histopatológico.

Además, para conocer la localización exacta, el tamaño del tumor y si se ha extendido a otras zonas del cuerpo (metástasis), se utilizan pruebas de imagen como radiografías, ecografías, tomografías (TAC) o resonancias magnéticas. A esto se suma la analítica sanguínea y, si el caso lo requiere, pruebas más específicas para evaluar la función de órganos vitales.

Todo este conjunto de pruebas constituye el llamado “estadiaje” del tumor, que es esencial para tomar decisiones sobre el tratamiento más adecuado y conocer el pronóstico del animal.

Tratamiento de tumores en mascotas: más opciones de las que crees

Una vez confirmado el diagnóstico, llega el momento de valorar las distintas opciones de tratamiento. El tratamiento de tumores en mascotas dependerá del tipo de cáncer, su ubicación, el grado de avance y el estado general del animal. En muchos casos, la cirugía sigue siendo la técnica principal, especialmente si el tumor está localizado y es operable. En otros casos, se recurre a la quimioterapia, que ayuda a frenar el crecimiento de células cancerosas o reducir su tamaño antes de operar.

Otras opciones incluyen la radioterapia, que aunque no está disponible en todas las clínicas, puede derivarse a centros especializados, y los tratamientos paliativos que ayudan a mantener la calidad de vida del animal cuando no es posible eliminar el tumor por completo.

En la Clínica veterinaria Capua, el equipo valora cada situación con honestidad y cercanía, explicando las ventajas y limitaciones de cada tratamiento. El objetivo es siempre priorizar el bienestar del animal y evitar sufrimiento innecesario, teniendo en cuenta también el entorno familiar.

Seguimiento y apoyo durante todo el proceso

La atención veterinaria en casos de cáncer no termina con el tratamiento inicial. El seguimiento posterior es fundamental para detectar posibles recaídas, controlar los efectos secundarios de los medicamentos y ajustar el tratamiento si fuera necesario. La comunicación constante con la familia es clave para adaptar las recomendaciones a cada caso y resolver todas las dudas que puedan surgir en el camino.

Por otro lado, es importante tener en cuenta el apoyo emocional tanto para el animal como para sus cuidadores. Afrontar una enfermedad como el cáncer es un proceso duro, pero no tiene por qué vivirse en soledad. Rodearse de un equipo profesional que informe, escuche y acompañe es una ayuda enorme para afrontar cualquier decisión con serenidad.

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